Not My Fault es un himno de poder y picardía donde la cantante estadounidense Renée Rapp une fuerzas con la rapera Megan Thee Stallion para dejar claro algo: no es su culpa que todo el mundo se enamore de ellas. Con un tono descarado y divertido, las artistas celebran su magnetismo natural, la libertad de coquetear con quien quieran y la confianza sin complejos, mientras se ríen de la envidia ajena y de las reglas sociales que intentan imponerles.
Entre guiños a la cultura pop como la mención a Regina George de Mean Girls, referencias LGBTQ+ (“Can a gay girl get an amen?”) y rimas llenas de juegos de palabras, la canción invita a brindar con champaña, a ignorar la mezquindad y a disfrutar del momento. El mensaje es claro: ser auténtica, atractiva y exitosa no requiere disculpas. ¡Dale al play, sube el volumen y deja que esta dosis de autoestima se te pegue como el mejor estribillo!