Rihanna, la superestrella de Barbados, abre su corazón en Unfaithful y nos invita a un viaje lleno de tensión y culpa. La letra narra la historia de una mujer que, pese a buscar el amor correcto, se ve atrapada en la atracción por "lo incorrecto". Cada salida con otro hombre oscurece su cielo, y ella siente cómo su pareja, consciente de la traición, se marchita poco a poco.
La artista emplea imágenes potentes —“I don't wanna be a murderer”— para describir el dolor que provoca, comparándolo con un crimen emocional. El tema mezcla melodrama y vulnerabilidad, recordándonos que la infidelidad no solo rompe corazones: también erosiona la autoestima y la confianza. Unfaithful funciona como una confesión pública y, a la vez, como una advertencia sobre el peso de las decisiones que tomamos en nombre del deseo.