Imagina una pista de baile llena de luces de colores. En una mesa, una chica espera mientras un chico, nervioso y con los labios secos, se hace el tímido. Con un ritmo disco irresistible, el artista español Rod Stewart narra este momento de pura química: ambos saben lo que el otro piensa, pero necesitan una señal clara. El estribillo, repetido como un guiño descarado, lanza la pregunta directa: «¿Crees que soy sexy?» Una invitación divertida a romper la tensión y dejar que hable el deseo.
La canción sigue la noche de estos desconocidos desde el primer acercamiento hasta la mañana siguiente. Entre cabinas de teléfono, taxis y un apartamento en las alturas, se muestra la historia clásica de dos personas que deciden dejarse llevar. Stewart celebra la franqueza sentimental: si quieres algo, dilo y tócalo. Con humor y sensualidad, el tema convierte la búsqueda de conexión en un baile contagioso que anima a hablar sin rodeos, disfrutar el momento y admitir que todos necesitamos un poco de cariño.