Die Young es un retrato crudo y vibrante de la vida en las calles según Roddy Ricch. El rapero confiesa su mayor temor: morir demasiado joven. Para evitarlo, se mueve constantemente con un arma, siempre listo para defenderse, incluso si eso significa terminar en la cárcel en vez de en un ataúd. Entre referencias a marcas lujosas como Balenciaga y Rolex, Roddy contrasta su éxito material con la fragilidad de la vida, preguntándose por qué las leyendas suelen irse tan pronto.
La canción mezcla orgullo y vulnerabilidad. Roddy presume de sus logros y del dinero que ahora rebosa de sus bolsillos, pero al mismo tiempo describe la paranoia que acompaña esa riqueza. Sus versos hablan de lealtad con los amigos de toda la vida, de las calles que lo formaron y de la presión de cargar con un pasado peligroso mientras conduce Porsches y Rolls-Royces. En resumen, Die Young combina la celebración del triunfo con la angustia de no saber si vivirá para disfrutarlo, creando un himno sobre supervivencia, ambición y la eterna pregunta: ¿vale la pena el éxito si no llegas a viejo para contarlo?