En "15 Minutes", Sabrina Carpenter se ríe de la fugacidad de la fama: esos escasos quince minutos en los que todos te miran, te invitan a fiestas y fingen ser tus amigos. Con humor y mucha seguridad, la cantante presume que puede exprimir ese breve lapso al máximo: ganar dinero, molestar a quienes la subestiman y, si es necesario, crear un escándalo para seguir en boca de todos. Cada verso es una mezcla de ironía y empoderamiento, recordándonos que la atención del público es tan corta como la batería del celular… ¡pero Sabrina sabe cómo sacarle jugo!
La canción también lanza una crítica a la superficialidad de la industria: los “pretty boys” y las fiestas aparecen de la nada cuando alguien es tendencia, y desaparecen igual de rápido. Entre metáforas sobre conversaciones vacías y la inevitabilidad de la muerte, la artista afirma que no le teme a ese ciclo; al contrario, está dispuesta a convertir sus quince minutos en algo grande, divertido y muy rentable. El mensaje es claro: si el reloj corre, que corra a su favor.