In My Bed retrata ese instante en que las pequeñas cosas se vuelven gigantes y te atrapan entre las sábanas. Sabrina Carpenter confiesa que, aunque quiere estar sola, las emociones no la dejan. Cada detalle pesa como si fuera un ladrillo y le roba la energía hasta que solo queda tumbada, dándole mil vueltas en la cabeza. Con frases como "Little things become everything" nos muestra cómo la ansiedad convierte lo cotidiano en una montaña.
En el segundo acto de la canción, la artista admite que “algo químico” y “algo animal” dentro de ella la descontrola, recordándole que en realidad no necesita preocuparse tanto. Aun así, sigue “en su cama” y “en su cabeza”, atrapada en el bucle de pensamientos. El resultado es un himno pop que mezcla vulnerabilidad y ritmo, ideal para cantar a todo pulmón mientras aprendemos vocabulario sobre sentimientos, descanso y esos días en los que cuesta levantarse.