Dancing With a Stranger nos invita a la pista de baile con un cóctel de sentimientos encontrados. Sam Smith, artista del Reino Unido, y la talentosa Normani convierten la soledad en un ritmo irresistible: el yo lírico confiesa que aún extraña a su ex, pero, con tal de no pasar otra noche a solas, prefiere lanzarse a bailar con un desconocido. Entre sintetizadores suaves y voces seductoras, la canción mezcla melancolía y deseo en un mismo compás.
El estribillo repetitivo -“Look what you made me do… I’m dancing with a stranger”- funciona como un mantra que refleja esa lucha interna: intentar olvidar a alguien usando la cercanía de otra persona, aunque sepa que es un parche momentáneo. La chispa romántica se enciende en la pista, pero en el fondo late la necesidad de superar el pasado. Con su vibra elegante, esta colaboración convierte la vulnerabilidad en un himno nocturno perfecto para cantar, sentir… ¡y practicar tu español mientras mueves los pies!