¿Alguna vez has sentido la necesidad de convencer a alguien de que tu amor es incomparable? Eso es exactamente lo que Sam Smith, artista británico de voz inconfundible, transmite en Like I Can. A lo largo de la canción enumera con ritmo contagioso a posibles competidores, un predicador, un abogado, un desconocido atractivo, y remata cada ejemplo con la frase insistente: “He’ll never love you like I can”. La energía de los metales y su interpretación apasionada subrayan esa mezcla de seguridad y urgencia que late en cada verso.
Más allá de la competencia amorosa, el mensaje central es un llamado a la autenticidad y la elección consciente: elige a quien te entregue el corazón, no solo una bonita fachada. El narrador admite que ambos “tienen demonios” y promete amar incluso esas partes oscuras, convirtiendo la canción en un himno a la vulnerabilidad y la honestidad. En definitiva, Sam Smith nos recuerda que el amor genuino no se mide por currículos ni apariencias, sino por la conexión profunda entre dos almas.