Si pensabas que la Navidad era solo ponche y villancicos tranquilos, Santa Baby llega para envolverla en lentejuelas. En este clásico navideño reinterpretado por Simone Battle, la cantante le habla a Santa con un tono juguetón y seductor, como si fuera su novio mágico. Con picardía enumera regalos de lujo (mejor dicho, de superlujo) que van desde un abrigo de visón hasta un convertible del 54 color azul cielo, pasando por un yate y hasta los papeles de una mina de platino. Todo mientras asegura haber sido "una niña muy buena" y le ruega que baje por la chimenea esta misma noche.
Más que una simple carta a Papá Noel, la letra es una parodia chispeante sobre el consumismo festivo y el poder de pedir sin complejos. Simone Battle convierte la lista de deseos en una declaración de seguridad y encanto femenino: ella no teme poner sus ambiciones sobre la mesa, sabe su valor y espera ser correspondida. El resultado es una canción divertida y descarada que combina sensualidad, humor y espíritu navideño, recordándonos que a veces soñar en grande también cabe dentro de un calcetín colgado junto al fuego.