Love Is The Name es un himno pop que convierte la pista de baile en un universo sin reglas. Desde el primer verso, Sofía Carson nos propone "quemarlo todo como rockstars" y apagar el tic-tac del reloj: la vida se vuelve un videojuego donde solo importa el ahora. Entre referencias a Nirvana y mares que podemos gobernar, la cantante resalta la idea de que ninguna meta vale tanto como disfrutar el momento con la persona que te acelera el corazón.
El estribillo resume la filosofía de la canción: "Life’s gonna be what we be… and love is the name". Carson nos recuerda que las preocupaciones del ayer se borran con un buen beat, que el amor es la contraseña para desbloquear cada nivel y que bailar es la forma más simple de tomar el control. ¿La misión? Subir el volumen, entregarlo todo en la pista y dejar que el amor sea la energía que impulse cada paso.