¡Prepárate para un chute de energía emocional! En “Alive”, Spencer Sutherland nos confiesa que ha pasado por caídas, golpes y rutinas grises, pero todo cambia cuando aparece una persona que irrumpe como un trueno y lo hace burbujear por dentro. De repente, esa vida de simplemente “ir tirando” se convierte en una experiencia vibrante: besos que queman como fiebre, noches flotando en la “atmósfera” de alguien especial y recuerdos intensos (¿madrugadas en Las Vegas, quizá?). El cantante exagera deliciosamente su deseo —“juro que moriría por sentirme así de vivo”— para transmitir cuán adictiva resulta esa sensación de plenitud.
Más que una canción de amor, “Alive” es un grito de euforia: celebra ese momento en que otra persona despierta todos nuestros sentidos y nos recuerda lo que significa vivir de verdad. Entre guitarras pop y coros contagiosos, Spencer mezcla nostalgia (“si tan solo no fueras un recuerdo”) con urgencia (“solo una noche más”), invitándonos a buscar esas chispas que nos sacan de la monotonía y nos hacen exclamar: I’m alive!