Sum 41 vuelve a mostrarnos su lado más crudo en “Nothing On My Back”. Aunque la guitarra suene rápida y el ritmo invite a saltar, la letra revela a un narrador atrapado en su propia cabeza. Se pregunta si la felicidad fue solo una moda pasajera y confiesa que, aun sin “nada a sus espaldas”, la ansiedad sigue aplastándolo. La canción retrata esa contradicción: por fuera pareces ligero, por dentro sientes que te hundes.
El estribillo martillea la misma idea una y otra vez para que no la olvidemos: los fantasmas del pasado pesan más que cualquier mochila física. El cantante canadiense admite que todos somos un poco adictos al drama y que, cuando ciertas personas están cerca, la calma desaparece. Entre guitarras desgarradas y un coro pegadizo, el tema mezcla ironía y honestidad para recordarnos que la carga emocional es invisible pero real. Una lección perfecta sobre vocabulario de emociones en español y sobre cómo el pop-punk puede hablar de algo más que fiestas.