“Spiders” de System Of A Down te sumerge en una noche inquietante donde la luna brilla y los sueños se enredan como telarañas. A través de imágenes oníricas –la “irradiante luna”, la “pobre June” y “la vida corriendo por su cabello”– la banda pinta un paisaje casi cinematográfico que oscila entre lo poético y lo perturbador. El sonido hipnótico acompaña letras que parecen susurrar una advertencia: mientras dormimos, algo se mueve silenciosamente sobre nosotros.
Ese “algo” son las arañas, símbolo de los sistemas que vigilan y controlan. La referencia al V-chip (dispositivo de censura en televisores de EE. UU.) desvela el tema central: la manipulación mediática que mantiene a la sociedad aturdida. Las arañas “entunadas” representan la red que teje gobiernos y corporaciones para invadir la mente, convirtiendo nuestros sueños en pasajes que recorren la cabeza una y otra vez. El coro nos sacude con un llamado a “despertar” y romper esa telaraña antes de que sea tarde. “Spiders” es, en esencia, una metáfora de la vigilancia moderna y una invitación a abrir los ojos antes de que los hilos invisibles decidan por nosotros.