¿Alguna vez has sentido que, pase lo que pase, nadie te entiende tanto como esa persona especial? En Nobody Gets Me, SZA abre su diario íntimo para contarnos la montaña rusa emocional que vive tras una ruptura. Entre recuerdos borrosos de noches desenfrenadas en el MGM y promesas de boda que se quedaron a mitad de camino, la artista confiesa su nostalgia, su culpa y esa mezcla de deseo y arrepentimiento que la mantiene atada a un amor del pasado.
La canción se siente como una llamada a medianoche: honesta, cruda y cargada de vulnerabilidad. Con el estribillo "Nobody gets me like you", SZA subraya que solo se reconoce a sí misma cuando está junto a él, y que cualquier otra relación es un intento fallido de llenar ese vacío. El resultado es un himno R&B que nos recuerda lo complicado que puede ser soltar a quien parece leer nuestro corazón con absoluta claridad.