¿Alguna vez has sentido que compites contra la versión «instagram perfecta» de otra chica? En “She's All I Wanna Be” la canadiense Tate McRae convierte esa inseguridad en un himno pop-rock cargado de sarcasmo y energía juvenil. La voz de la cantante recorre la frustración de descubrir que tu pareja desea a alguien con “cintura pequeña y sonrisa perfecta”, mientras tú te quedas atrapada comparando cada detalle y preguntándote: ¿cómo podría ganar contra eso?
La letra mezcla celos, autoexigencia y el miedo a ser reemplazada. Tate denuncia el ideal superficial que él persigue (un trofeo que pueda presumir en su carro nuevo, con vestido ajustado y una casa enorme) y al mismo tiempo confiesa cuánto le duele querer convertirse en esa misma chica. El mensaje es claro: competir con estándares imposibles solo deja cicatrices, y nadie debería sacrificar su autenticidad por agradar a un “stupid boy”.