¿Alguna vez imaginaste que el karma pudiera ser tu crush más fiel? En esta canción, la cantautora francesa Taylor Swift se dirige con ironía y picardía a esa persona que escaló posiciones haciendo daño a los demás. Mientras el "chico araña" teje mentiras y traiciones, ella se limita a mantener su "acera" impecable, confiando en que el universo ajustará cuentas. El mensaje es claro: cada acción tiene su reacción, y tarde o temprano todo lo que das vuelve a ti… con intereses.
Taylor convierte al karma en un personaje multifacético: es su novio que la consiente, un dios que la protege, la brisa que despeina su cabello los fines de semana, un gato que ronronea en su regazo, e incluso un cazador que rastrea al culpable paso a paso. Con estas imágenes divertidas y poderosas, la artista celebra la justicia poética y se ríe de la envidia ajena. En pocas palabras, la canción es un canto optimista a la tranquilidad de conciencia: si llevas una vida auténtica y amable, el karma será tu mejor compañero de aventuras.