¿Qué pasa cuando descubres que tu historia de amor no necesita sonar en la radio para sentirse épica? “Our Song” captura la chispa de un romance adolescente al volante, con el cabello al viento y el corazón latiendo al ritmo de cada travesura. Taylor Swift pinta un cuadro lleno de detalles cotidianos — el portazo de la mosquitera, los golpecitos en la ventana, las charlas en susurros porque mamá podría oír — y demuestra que los pequeños sonidos de la vida diaria pueden convertirse en la banda sonora más auténtica y personal que existe.
La canción nos recuerda que la magia no siempre vive en un gran estribillo producido en estudio, sino en las risas compartidas, en los momentos en que casi hubo un beso y en la plegaria de “tócala otra vez” antes de dormir. Con un bolígrafo y una servilleta, Swift inmortaliza esos instantes y nos invita a componer nuestra propia canción a partir de los recuerdos más simples. Es un himno juvenil a la creatividad, la complicidad y la alegría de convertir cada detalle en música para el alma.