¿Quién teme al albatros? Taylor Swift convierte a esta ave mítica en metáfora de los prejuicios que persiguen a una mujer marcada como “peligro”. A lo largo de la letra, unos sabios advierten que “un mal viento apaga la vela” y “una mala semilla mata el jardín”, reflejando cómo los rumores y las fake news demonizan lo desconocido. Sin embargo, la narradora revela que ese supuesto augurio de desastre es, en realidad, su propio alter ego: un ser que desafía la condena, se cuela en sueños y acaba desplegando sus alas “como paracaídas” para salvar al amado al que todos intentan manipular.
La canción mezcla folk oscuro y sarcasmo para criticar la misoginia (“una tentadora menos, un puñal menos que afilar”) y subrayar que aquello que la sociedad teme puede ser exactamente lo que libere. Con un guiño a la clásica superstición marinera, Swift nos anima a desconfiar de los chacales que ladran noticias falsas y a reconocer que el peligro verdadero no es el albatros sino el miedo que otros siembran. ¡Atrévete a volar con ella y descubre que lo que parece maldición puede convertirse en rescate!