¿Qué sucede cuando el reloj marca 12:51? En esta canción, The Strokes capturan ese instante eléctrico en que los planes improvisados se convierten en aventuras inolvidables. El narrador, ya un poco mayor y con más seguridad, invita a esa persona especial a romper con la monotonía de los viernes solitarios: comprar unas 40s (botellas de 40 onzas), colarse en fiestas y aprovechar que los padres no están. Todo gira en torno a la espontaneidad juvenil, a la adrenalina de decidir sobre la marcha y al deseo de sentirse vivo mientras la ciudad “se apaga” para los dos.
A las 12:51 nace el valor para decir lo que antes no podía. Entre besos sin control, cervezas escondidas y la promesa de “ahora voy”, el tema celebra la complicidad que florece cuando la noche todavía es joven y las responsabilidades parecen lejanas. Es un tributo a esa mezcla de nervios y confianza que sentimos al lanzarnos a la calle con alguien que convierte lo cotidiano en una película: un himno para aprovechar cada minuto antes de que vuelva la luz del día.