¿Alguna vez has sentido que una mirada fugaz puede cambiarte la noche entera? Eso es justo lo que narran Timbaland y Katy Perry en If We Ever Meet Again. Entre luces de club, preguntas coquetas (¿qué tomas?, ¿cuál es tu signo?) y un ritmo que invita a moverse, los artistas describen ese instante eléctrico en el que dos desconocidos se atraen al punto de prometerse que, si el destino los junta otra vez, nada volverá a ser igual. La repetición "I'll never be the same" subraya esa mezcla de adrenalina y romanticismo que surge cuando alguien aparece de la nada y remueve cada sentido.
La canción es un himno a las segundas oportunidades: perderse en un freefall de besos, no dejar escapar a la persona que te hizo latir más rápido y, sobre todo, soñar con un reencuentro donde puedas decir todo lo que la timidez calló la primera vez. Entre versos de flirt, menciones a fiestas llenas de celebridades y un estribillo pegadizo, el tema celebra la intensidad del momento presente y la esperanza de que la chispa vuelva a encenderse si la vida concede otra vuelta del destino.