¿Alguna vez has querido ocultar una ruptura contando la historia más disparatada del mundo? “50 Ways To Say Goodbye” convierte el desamor en comedia: el protagonista, con el corazón paralizado y el ego herido, prefiere inventar muertes rocambolescas para su ex —desde caer de un avión hasta enfrentarse a un tiburón— antes que admitir ante sus amigos que lo dejaron. Cada excusa es más absurda y visual, creando una lista de escenas dignas de una película de acción que hace imposible no sonreír.
Bajo este desfile de tragedias imaginarias late una verdad muy humana: el orgullo a veces nos empuja a negar la realidad. El narrador no es “bueno diciendo adiós”, así que recurre al humor negro para disfrazar su dolor. La canción mezcla un ritmo alegre con letras irónicas y dramáticas, recordándonos que reírnos de nosotros mismos puede ser el primer paso para superar una despedida.