“Calling All Angels” de Train es una plegaria pop-rock llena de luz y de preguntas. El narrador se siente sobrepasado: la televisión distorsiona la realidad, las palabras hacen temblar el mundo y todo parece un mar que se desborda de un simple vaso. En medio del caos, él alza la voz y llama a todos los ángeles, reales o simbólicos, para que le envíen una señal de que no está solo y de que el futuro aún puede mejorar.
El estribillo repite un pacto de solidaridad: “I won’t give up if you don’t give up”. Con esa promesa, la canción se convierte en un himno de resistencia compartida. Train describe un mundo donde los niños dejan de jugar afuera, las parejas se esconden tras detectives y los sueños se desvanecen cuando obtenemos lo que creíamos desear. Sin embargo, la invitación es clara: podemos ser esos “ángeles”, sostenernos unos a otros y avivar la esperanza aun cuando todo parezca naufragar.