Hey, Soul Sister es una explosión de alegría pop que celebra ese instante mágico en el que conoces a alguien y, de inmediato, sientes que tu corazón late al mismo ritmo que el suyo. Con la ayuda de un contagioso ukulele, el narrador se maravilla ante los pequeños detalles — desde la mancha de pintalabios hasta el aroma que invade sus sueños — que lo hacen convencerse de que ha encontrado a su alma gemela. Cada verso es un torbellino de imágenes románticas y referencias nostálgicas que pintan la intensidad de un flechazo: "Mr. Mister" sonando en la radio, la sensación de que la vida cobra dirección y de que todo, de repente, encaja.
En esta declaración de amor despreocupada, Train festeja el poder transformador de la química entre dos personas. El cantante se siente libre para ser él mismo, confiesa una obsesión juguetona y promete no perderse ni un solo paso de baile de su compañera. Al final, el mensaje es claro: cuando la conexión es auténtica, basta con una noche y una buena canción para que el mundo entero sepa que esos dos corazones laten juntos.