«Push 2 Start» es un himno seductor que compara una relación apasionada con encender un coche deportivo. Tyla invita a su pareja a acelerar sin pensarlo dos veces: si quiere disfrutar del viaje, debe «push to start», demostrar que la merece y mantener el ritmo sin titubeos. Las metáforas automovilísticas (botones, gasolina, destino) transmiten la idea de dejarse llevar por la química física y emocional, pasando de cero a cien en un instante.
Detrás del glamour y el beat pegajoso, la artista sudafricana también impone reglas claras: no hay «competencia» ni medias tintas, solo reciprocidad y energía mutua. Ella ofrece transformar la vida de su acompañante, pero exige iniciativa, respeto y compromiso. En resumen, la canción celebra la confianza femenina, el placer compartido y la adrenalina de lanzarse a lo desconocido cuando ambos pisan el acelerador a la vez.