Rainy Days nos abre la ventana a un paisaje melancólico: la lluvia golpea el cristal, el teléfono en silencio y un corazón que late entre el pasado y el presente. V combina versos en inglés y coreano para contarnos cómo cada gota le recuerda a esa persona especial y provoca la misma pregunta una y otra vez: ¿cómo regresar a tu lado? La repetición casi hipnótica del estribillo refuerza esa sensación de bucle emocional en el que uno revisa mensajes, recuerdos y risas compartidas mientras el cielo se nubla.
Lejos de ser solo tristeza, la canción guarda un rayo de esperanza. El narrador reconoce sus errores, sueña con volver a abrir todas las puertas y promete recuperar el tiempo perdido. Así, la lluvia se convierte en metáfora de limpieza y renacimiento: puede empañar la vista, pero también deja el aire más claro para un nuevo comienzo. Rainy Days es el acompañamiento perfecto para esas tardes grises en las que, entre susurros de soul y R&B, descubrimos que la nostalgia puede servir de puente hacia un reencuentro.