¡Prepárate para un brindis muy británico! "There'll Always Be An England" fue popularizada por Vera Lynn durante la Segunda Guerra Mundial y funciona como un himno de moral para quienes defendían el hogar. La canción celebra la esencia de Inglaterra a través de imágenes cotidianas: desde el cottage junto al campo de trigo hasta las calles bulliciosas llenas de ruedas girando y pies marchando. Cada escena demuestra que la identidad del país vive en su gente y en sus paisajes, no solo en las fronteras políticas.
El estribillo insiste en que, mientras exista una sola voz que la cante, Inglaterra permanecerá libre. Al invocar los colores rojo, blanco y azul de la bandera y llamar a los británicos a levantarse con orgullo, el tema mezcla cariño por la naturaleza, confianza en la industria y devoción por la libertad. En resumen: es un recordatorio esperanzador de que la unidad nacional puede superar cualquier cambio o amenaza externa, siempre que Inglaterra signifique tanto para sus habitantes como les gusta proclamar.