«One Headlight» cuenta la historia de un narrador que ha perdido a su mejor amiga y se encuentra atrapado en un entorno gris, casi fantasmal. Entre imágenes de cementerios, coches viejos y callejones llenos de humo, la canción retrata la sensación de estancamiento que se produce cuando los sueños se apagan y el dolor parece no tener fin. Sin embargo, el protagonista, acompañado de una misteriosa “Cinderella”, se niega a rendirse: decide encender lo que queda de su automóvil y buscar una salida, aunque solo tenga un faro encendido para iluminar el camino.
Ese único faro se convierte en la gran metáfora del tema: la luz es imperfecta, pero suficiente para avanzar. El estribillo –«Come on, try a little / Nothing is forever»– es una invitación a rebelarse contra la apatía y la desesperanza. La canción celebra la perseverancia, el optimismo realista y la complicidad que surge entre dos personas que, aun rotas, se impulsan mutuamente a seguir adelante, convencidas de que “tiene que haber algo mejor que quedarse en medio”.