En esta balada del hard rock melódico, la banda liderada por el danés Mike Tramp pone el foco en la inocencia infantil para denunciar la violencia del mundo adulto. El cantante se dirige a un pequeño niño y le pide que seque sus lágrimas, porque el miedo que siente nació de un planeta donde “el hombre mata al hombre” sin saber por qué. La canción cuestiona en voz alta lo que hemos llegado a ser y nos recuerda que todo lo que destruyamos hoy tendrá que ser reconstruido por las nuevas generaciones.
Aun así, el mensaje no es de derrota, sino de esperanza. White Lion proclama que, si los niños logran cantar en lugar de llorar, comenzará un “nuevo mundo” basado en amor, paz y unidad bajo un mismo Dios. El estribillo sueña con un futuro sin presidentes ni guerras, donde la juventud muestre el camino hacia días mejores. Así, el tema se convierte en una llamada poética a la responsabilidad colectiva: proteger a la infancia es la clave para construir un mañana más luminoso.