¿Qué pasa cuando mezclas una introducción digna de una película de acción con un himno pop sobre la obsesión amorosa? “The Boy Is Mine” dibuja primero un escenario urbano delirante: un alcalde recién electo, ratas que invaden la ciudad y un plan excéntrico para soltarlas a los gatos hambrientos. Entre anuncios de televisión y comentarios de la prensa, Ariana crea un telón de fondo casi cómico que anticipa la verdadera trama: una rivalidad romántica donde ella, igual que esos felinos liberados, está dispuesta a tomar lo que desea.
En el núcleo de la canción, Ariana abraza un deseo irresistible y juguetonamente posesivo. Confiesa que “normalmente no es problemática”, pero las señales del universo son demasiado fuertes: las estrellas se alinean, el chico es divino y sencillamente le pertenece. Con guiños al clásico de Brandy y Monica, la cantante convierte la competencia amorosa en un acto de empoderamiento: reconoce su atracción, acepta la responsabilidad y se lanza a por él sin remordimientos. El resultado es un relato travieso y magnéticamente pop que invita a disfrutar el drama, mover el cuerpo y, de paso, practicar español con cada verso. ¡Prepárate para adueñarte del ritmo como Ariana se adueña del chico!