ZEN es el grito de poder interior con el que JENNIE, la superestrella surcoreana, nos invita a blindar nuestra esencia. Entre líneas que repiten “nobody gonna move my soul” y ráfagas de “shoot, shoot, shoot”, la canción construye una atmósfera combativa donde la artista defiende su aura frente a cualquier intento de sacudirla. Con referencias a un “sixth sense” que no se compra y a una piel gruesa como “chains on chains”, JENNIE proclama que su energía es inquebrantable, que su brillo es propio y que ninguno de los ataques externos moverá su “matter”, su materia esencial.
En este himno de independencia, el dinero, la fama y las malas influencias quedan en segundo plano. Lo que importa es la autenticidad: crecer en la oscuridad como una flor de medianoche, reconocer la fuerza del silencio y convertir la presión en ornamenta. ZEN mezcla confianza, misticismo y ritmo contagioso para recordarnos que el verdadero poder nace dentro y que, cuando lo abrazamos, hacemos huir a cualquier sombra que intente apagar nuestra luz.