Pray For Me es un grito de auxilio envuelto en ritmo futurista. Con la voz melancólica del canadiense The Weeknd, la canción nos pone en la piel de un héroe cansado que vive en modo de combate constante: pelea contra el mundo, contra sus enemigos y contra sus propios demonios. Entre sintetizadores oscuros, él se cuestiona quién va a rezar por él, quién cargará con su dolor y quién salvará su alma cuando sienta que la soledad lo devora.
Luego irrumpe Kendrick Lamar con una ráfaga de versos que convierten esa lucha interna en una batalla épica contra la injusticia social y el caos que azota las calles. Habla de terremotos, disparos y corrupción para recordarnos que, a veces, el único héroe posible es el que vemos en el espejo. El resultado es un himno sobre el sacrificio, la responsabilidad y la búsqueda desesperada de fe en un mundo que parece desmoronarse.
The Weeknd, cuyo nombre real es Abel Makkonen Tesfaye, es un cantante, compositor y productor musical canadiense nacido en Toronto en 1990. Reconocido por su distintiva voz tenor y su estilo único que mezcla alternative R&B con pop, dance y new wave, ha revolucionado la música contemporánea desde que comenzó su carrera en 2009.
Tras lanzar tres mixtapes en 2011 y cofundar el sello XO, The Weeknd saltó a la fama global con álbumes como Beauty Behind the Madness y After Hours, este último con el éxito histórico Blinding Lights. Con más de 75 millones de discos vendidos y múltiples premios, incluyendo cuatro Grammys, es una de las figuras más influyentes del panorama musical actual.