Barcelona nos invita a acompañar a una protagonista que decide curar un corazón roto con los mejores remedios que existen: ritmo, mar y un nuevo comienzo.
Tras una ruptura, la voz de Ina Wroldsen declara que volvió a encontrar sus “pies” y su “beat” perdidos. ¿El plan? Sumergirse en la energía despreocupada de la capital catalana: bailar hasta que el recuerdo se borre, cantar hasta que la tristeza quede fuera de foco y caminar hasta que la puerta del pasado se cierre. Cada referencia a la ciudad -las playas, los bares, las calles- funciona como escenario de pequeños triunfos personales: dejar la rabia en una barra, besar a alguien diferente, lanzar el teléfono al océano para cortar todos los lazos. Con un estribillo cargado de “la-la-la”, Alan Walker y Wroldsen convierten la superación en un coro pegadizo y optimista que promete que, en cualquier momento, todo estará bien otra vez.