¿Listo para un viaje que mezcla country, góspel y R&B? En AMERIICAN REQUIEM, Beyoncé convierte un réquiem (la misa de despedida) en un grito de vida. La canción cuestiona la identidad de Estados Unidos y de la propia artista: “Para que todo siga igual, tiene que cambiar otra vez”. Entre coros que preguntan “¿me escuchas?” y el estribillo hipnótico “Looka dere”, la cantante denuncia la palabrería vacía que nos rodea y exige atención para lo que de verdad importa: amor, unidad y valentía frente al viento.
En la segunda mitad, Queen B reivindica sus raíces sureñas —Gadsden, Galveston, Louisiana— y se ríe de quienes alguna vez le dijeron que era “demasiado country” o “no lo bastante country”. Despide falsas amistades, entierra viejas ideas y promete limpiarse de “los pecados de su padre”, todo mientras invita a la audiencia a plantarse con ella, pies descalzos en tierra firme. Así, el réquiem se convierte en un renacer: un funeral para el pasado y una celebración del futuro que podemos construir juntos si, por fin, nos atrevemos a escuchar.