Prepárate para un viajecito oscuro y algo macabro: en “Bellyache”, la joven Billie Eilish (artista de Estados Unidos) nos invita a imaginar que somos la protagonista de una película de suspenso. Sentada en el coche con un dolor de barriga que delata su culpa, confiesa que acaba de deshacerse de sus amigos y de su amante, y ahora no encuentra su mente… ni su tranquilidad. La canción mezcla imágenes inquietantes —cuerpos en el maletero, dinero desaparecido y un lazo colgando como collar— con un ritmo pegajoso que contrasta con la historia tenebrosa.
El “bellyache” es la culpa hecha dolor físico. Billie canta que pensó que sentirse vengada le daría paz, pero su estómago revuelto le recuerda que la violencia y la venganza son una trampa cara. ¿Dónde está su mente? Tal vez “en la alcantarilla” junto a su antiguo amor y su identidad. Con esta letra, Eilish retrata la batalla interna entre la adrenalina de la rebeldía y el remordimiento que viene después, todo envuelto en un humor negro que te hace preguntar: ¿y si la verdadera prisión es nuestra propia conciencia?