Bon Jovi, el legendario grupo de rock originario de Nueva Jersey, regresa con un himno cargado de adrenalina: “We Weren’t Born To Follow”. Desde el primer acorde, la canción invita a todo tipo de personas —mineros de milagros, pecadores, cínicos, hambrientos de cambio— a levantar la voz. Con un estribillo que grita “Yeah, yeah, yeah”, Bon Jovi nos recuerda que cada quien escribe su propio destino y que la rebeldía puede ser un acto de esperanza.
Más que una simple proclama de desobediencia, el tema es una llamada a la acción para quienes se sienten diferentes o marginados. Nos anima a ponernos de pie, a no aceptar una realidad amarga y a conservar la fe en que el sol volverá a brillar. Entre guitarras vibrantes y coros pegadizos, el mensaje es claro: no nacimos para seguir ciegamente. Nacimos para creer, resistir y defender nuestras convicciones hasta que el mundo nos escuche.