«Humankind» de David Kushner nos lleva a un viaje de desencanto y esperanza a partes iguales. El cantante describe un domingo en el que hasta el diablo se comporta como un feligrés más: dona dinero, alza las manos y aparenta fe, pero en el fondo sigue siendo despiadado. Con esta imagen, Kushner critica la hipocresía de una sociedad que predica amor mientras practica lo contrario. El protagonista busca “agua viva”, es decir, salvación y consuelo, pero solo encuentra un “pueblo de pecadores” donde la libertad está encadenada y las buenas intenciones se venden al mejor postor.
Aun así, la canción no se queda en la queja. En el puente, el cantante admite su fragilidad: “soy solo un hombre” y pide a otra persona que lo lleve a casa, recordándonos que la verdadera redención nace de la conexión humana sincera. «Humankind» combina crítica social, espiritualidad y vulnerabilidad para mostrarnos que, aunque la humanidad falle, todavía podemos aferrarnos unos a otros y encontrar un camino de regreso a “casa”.