¿Alguna vez has sentido que tus propias tentaciones te persiguen como un perfume venenoso? En “Poison”, el cantautor estadounidense David Kushner nos invita a dar un sorbo a ese lado oscuro que todos llevamos dentro. Con imágenes de cielos resplandecientes y llamas acechantes, la canción pinta el retrato de alguien atrapado entre la fe y la autodestrucción, mientras una voz interna —el “diablo” telefónico— le ofrece soluciones fáciles que sólo agravan la caída. La repetición de Hell is coming in hot refuerza la urgencia y la sensación de que la lucha ya casi está perdida.
Al ritmo de un pop melancólico, Kushner explora los efectos adictivos de sus propios miedos y errores: ese “veneno” que parece irresistible y que roba todo lo bueno que queda. La letra, casi como una oración desesperada, revela a un protagonista que aún mira al cielo en busca de redención, aunque presiente que el infierno está cada vez más cerca. El resultado es un himno moderno sobre la fragilidad humana, perfecto para reflexionar —y practicar tu español— mientras tarareas ese estribillo hipnótico.