Cake By The Ocean es una invitación descarada a olvidarte de la seriedad y lanzarte a la diversión sin filtros. El cantante ve a una chica que camina como si estuviera en un funeral y le dice que deje el frío y la prudencia en casa. ¿El plan? Convertir una tarde cualquiera en una fantasía digna de revista: baile improvisado, dulces sobre la piel y, por supuesto, ¡pastel junto al mar! El "cake" funciona como metáfora de un deseo tan dulce que resulta casi adictivo; el océano simboliza libertad, amplitud y ese punto de locura que surge cuando te dejas llevar por el momento.
En estas estrofas llenas de imágenes golosas, la canción mezcla sabores (red velvet, vainilla, chocolate) con referencias pop (Diddy y Naomi) para pintar un escenario de placer y desenfreno. El mensaje es claro: no pierdas tiempo perfeccionando cada detalle, vive peligrosamente y disfruta. Con un ritmo funk-pop contagioso, DNCE nos recuerda que la vida puede ser tan deliciosa como un pastel recién horneado, especialmente si lo compartes en la playa bajo el sol y sin reglas.