¿Alguna vez has salido de una fiesta sin despedirte porque era más fácil que explicar por qué te ibas? Esa maniobra se llama French exit y es la metáfora central de esta canción. Dua Lipa confiesa que está atrapada en una relación que ya no puede sostener: la música sigue, todos bailan y se enamoran, pero ella siente que no puede dar lo que la otra persona necesita. En lugar de pronunciar un adiós doloroso, prefiere deslizarse hacia la puerta y marcharse antes de que enciendan las luces.
La letra refleja el dilema entre quedarse para no herir sentimientos o marcharse para evitar un daño mayor. Al repetir “It’s not a broken heart if I don’t break it”, la cantante defiende la idea de que a veces huir es la forma más honesta de proteger a ambos. Así, French Exit se convierte en un himno sobre la valentía (y el egoísmo inevitable) de cerrar un capítulo sin mirar atrás, confiando en que el tiempo hará entender esa huida silenciosa.