“Miss Missing You” juega con un ambiente casi cinematográfico: ruinas humeantes, pupilas encharcadas de petróleo y un amor convertido en cenizas. La banda pinta la ruptura como un incendio controlado: duele, arde y al mismo tiempo purifica. Entre metáforas de fuegos, whisky y veranos con olor a cloro, el narrador reconoce que extraña echar de menos, porque ese vacío era la última prueba de que la relación aún importaba. Ahora, sin esa punzada, se siente obligado a reinventarse, dejando que las llamas lo “devuelvan a la vida”.
En el fondo, la canción explora el lado contradictorio de la nostalgia: querer olvidar mientras se disfruta del drama de recordar. El estribillo repite “I miss missing you now and then” para subrayar cómo, antes de sanar, la oscuridad suele hacerse más grande y complicada. Fall Out Boy encapsula ese momento en que descubres que la persona por la que te habrías sacrificado está ahora detrás del gatillo. Con guitarras aceleradas y letras mordaces, la banda transforma el dolor en combustible, recordándonos que a veces el caos es el primer paso hacia una versión más brillante de nosotros mismos.