Gracie Abrams se pone el corazón en la mano en Gave You I Gave You I, una balada que convierte la fragilidad en arte. La cantante recuerda una relación que parecía un refugio y terminó siendo un naufragio: ella lo entregó todo —sus mejores días, su compromiso, hasta los pedazos más dolorosos— mientras la otra persona se limitaba a recibir y, al aburrirse, la dejó con el vacío. Las imágenes de “playa”, “costa” y “líneas borradas” pintan la sensación de haber perdido tierra firme y deambular alrededor de los restos del amor, preguntándose cuándo se resquebrajó todo.
En estas estrofas late una pregunta universal: ¿cuánto damos de nosotros mismos cuando amamos y qué queda cuando la otra persona no está preparada? Gracie admite su propia vergüenza al haber ignorado las señales y retrata el momento incómodo en el que entendemos que quizá solo fuimos un “comodín” para alguien que aún arrastra un viejo amor. Con honestidad y un toque melancólico, la canción se convierte en un himno para cualquiera que haya sentido que “dio todo” y recibió poco a cambio, recordándonos que sanar comienza por dejar de girar alrededor del pasado y volver a sostenernos a nosotros mismos.