Us. es como husmear en las páginas subrayadas de un diario compartido: Gracie Abrams y Taylor Swift se turnan para confesar, preguntar y sacar a relucir los recuerdos de una relación que ardió rápido y dejó humo. Entre referencias a "amantes de Babilonia", fantasmas que aparecen entre la neblina y llamadas perdidas, las artistas reviven esa mezcla química que parecía sagrada, casi mística, pero que terminó convertida en un gran ¿en qué estaba pensando?.
La canción es un duelo de nostalgia y lucidez. Mientras una voz insiste en los momentos en que el amor se sentía "antiguo y santo", la otra recuerda que la historia casi siempre acaba en ruinas y cenizas. Así, Us. pregunta sin descanso: ¿extrañas lo que fuimos? ¿te arrepientes del secreto que guardamos?; a la vez advierte que, aunque el fuego se apague, las brasas del recuerdo siguen brillando. Es un retrato honesto y juguetón de cómo idealizamos el pasado, de la ironía escondida en los regalos de poesía sin leer y de lo difícil que es cerrar la puerta cuando aún escuchamos pasos del otro lado.