¡Prepárate para encender todas las luces! All of the Lights nos sumerge en una noche vertiginosa de fama, lujos y excesos. El estribillo de Rihanna sube el volumen para que veamos cada destello: autos rápidos, estrellas fugaces y una fiesta que convierte cualquier ciudad en Las Vegas. Esa luminosidad representa la atracción irresistible del éxito, la necesidad de ser visto y la promesa de que, si lo deseas, podrás mantener ese brillo por el resto de tu vida.
Pero, cuando las luces de colores parpadean, también aparecen las luces menos glamurosas: las sirenas policiales, los flashes de los medios y los focos de un tribunal. En sus versos, Kanye confiesa violencia doméstica, tiempo en prisión y la dolorosa distancia de su hija. Entre remordimientos y ganas de redención, el rapero muestra cómo la misma luz que ilumina los triunfos expone las caídas. La canción funciona como una advertencia y un himno: persigue tus sueños, sí, pero recuerda que cada halo de luz proyecta sombras. ¡Sube el volumen y descubre todas esas luces!