Final Masquerade retrata ese instante en el que las promesas empiezan a resquebrajarse y solo queda la fachada. Linkin Park describe a dos personas que, entre silencios y palabras no dichas, sienten cómo el futuro se les escurre entre los dedos mientras esperan en vano algo que ya no existe. La luz del horizonte, antes radiante, se apaga y deja ver las cicatrices que intenta ocultar la máscara de la relación.
La canción funciona como el último baile bajo los disfraces: él no logra perdonar y ella no reconoce la culpa, así que ambos se quedan atrapados en un limbo de secretos y verdades a medias. Con un tono melancólico pero liberador, el grupo nos recuerda que sostener una mentira cansa más que enfrentar la realidad y que, tarde o temprano, la máscara cae y el telón se cierra sobre el 'final masquerade'.