Tantrum es un grito juguetón de rebeldía y de búsqueda de conexión. La voz de Madeline The Person se confiesa cansada de los métodos tradicionales para sentirse mejor y plantea, con humor casi infantil, la idea de tirar un berrinche monumental: vaciar la mente, romper las reglas y, de paso, invitar a alguien igual de perdido a acompañarla. Entre preguntas sobre terapia y fantasías de huida en un globo aerostático, la cantante revela su soledad y su deseo de sentirse viva, aunque ello implique perder dinero, tiempo o cordura.
La canción combina imágenes traviesas con reflexiones sobre salud mental, responsabilidad y amor. Propone que, a veces, hacer lo “incorrecto” puede convertirse en la mejor forma de descubrir quiénes somos y de crear lazos auténticos. Con un ritmo ligero y letras chispeantes, Tantrum retrata esa contradicción entre la niñez que patalea y la adultez que huye, recordándonos que el impulso de escapar puede ser tan liberador como peligroso, pero sobre todo profundamente humano.