Sacrilegious es un himno de rebeldía donde Marilyn Manson se burla de los símbolos religiosos y señala la hipocresía de quienes dicen ser salvadores. Con imágenes provocadoras como “puedes trepar hasta la punta de mis cuernos” o “cancel your subscription”, el cantante se presenta como un antagonista que cuestiona la fe ciega y el miedo a la muerte. La letra mezcla sarcasmo y desafío para recordarnos que cada persona debe buscar su propia redención, sin depender de templos, cofres ni fantasmas que hablen por ella.
Al repetir “Let’s get evil, I’m feeling sacrilegious”, Manson invita a abandonar los dogmas y abrazar la libertad de pensar por uno mismo. El estribillo sugiere que el verdadero “pecado” no es la blasfemia sino la sumisión. Así, la canción se convierte en un llamado a la auto-resurrección: no puedes “matar” una idea hasta que nace y se desarrolla. Sacrilegious mezcla crítica social, humor negro y energía rock para recordarnos que la verdadera salvación quizá empiece rompiendo las reglas que otros escribieron.