¿Te has sorprendido alguna vez tarareando una melodía alegre mientras extrañas a alguien? Eso mismo sucede en Valerie, la chispeante colaboración del productor británico Mark Ronson con la inconfundible voz de Amy Winehouse. Sobre un ritmo soul cargado de vientos y palmas, la cantante confiesa que, desde que volvió a casa, «su cuerpo es un desastre» porque echa de menos a Valerie: su cabello pelirrojo, su estilo al vestir y todos esos detalles que aparecen como un cuadro en su mente cuando contempla el agua.
Entre preguntas divertidas y un toque de preocupación —«¿tuviste que ir a la cárcel? ¿Cambiaste el color de tu cabello?»— el narrador revela que Valerie quizá atravesó problemas y ahora vive lejos. El pegajoso estribillo implora una y otra vez: come on over, Valerie, mientras la música mantiene un aire festivo que contrasta con la nostalgia de la letra. Así, la canción se convierte en un himno sobre el deseo de reencontrarse con una amiga (o un amor) que, pese a la distancia y las complicaciones, sigue ocupando un lugar muy vivo en la memoria.