Walk Of Fame nos sumerge en el desfile interminable de la fama, donde cada paso sobre el cemento se siente como una alfombra roja. Entre luces de autos, cámaras imaginarias y coros de fans hambrientos, Miley Cyrus y Brittany Howard retratan la atracción magnética de la celebridad: desperation, fascination, captivation, delusion. La canción repite la idea de caminar y alejarse, reflejando un tira y afloja constante entre el brillo externo y la soledad interna. La protagonista sabe que su imagen será eterna —"You'll live forever"—, pero ese inmortal reconocimiento no evita las lágrimas ni el deseo de escapar en el último tren.
Al final, la letra cuestiona si la fama realmente otorga un lugar seguro o simplemente convierte la vida en un escaparate perpetuo. El estribillo machacón recuerda que cada paso está vigilado y venerado al mismo tiempo: una estrella grabada en el pavimento que todos rodean sin tocar. Así, la canción se convierte en un espejo que refleja tanto la gloria como el peso de ser el centro de atención, invitándonos a preguntarnos qué hay detrás de esos reflectores que nunca se apagan.