¿Alguna vez sentiste que nada de lo que haces es suficiente? «Perfect», de la banda canadiense Simple Plan, pone voz a ese nudo en la garganta que aparece cuando buscamos la aprobación de nuestros padres. El protagonista le habla directamente a su papá, cuestionando si su vida siguió «el plan» familiar y confesando el dolor que le provoca cada mirada de desaprobación. A ritmo de pop-punk, la canción combina guitarras enérgicas con letras vulnerables para mostrarnos la frustración de quien se esfuerza por ser “perfecto” sin conseguirlo.
En cada estribillo, el vocalista repite un sincero “I’m sorry I can’t be perfect”, dejando claro que ya no hay vuelta atrás y que la relación se ha desgastado. Es un lamento, pero también una declaración de independencia: no podemos cambiar para complacer a otros si eso significa traicionarnos. «Perfect» se convirtió en un himno para quienes desean ser aceptados tal como son, recordándonos que el amor y el orgullo familiar no deberían depender de cumplir expectativas imposibles.