Chaotic es una ventana al torbellino emocional que supone dejar la adolescencia atrás. En la canción, la canadiense Tate McRae confiesa sus miedos más crudos: el temor a no llegar a ningún lado, la incomodidad de sentirse desconectada de sus amigos y esa sensación de querer acelerar y frenar su vida al mismo tiempo. Con frases como “Growing up is chaotic”, la artista retrata cómo los cambios personales pueden ser tan agotadores que hasta provocan “mareo” —como si la vida fuera un viaje en coche lleno de curvas y semáforos en rojo.
También aparece el vértigo del primer gran desamor. Tate se sorprende revisando mensajes antiguos, preguntándose si volverá a amar con la misma intensidad. Entre la nostalgia y la autocrítica, reconoce que a veces exagera los problemas “en su cabeza”, pero no puede evitarlo. El resultado es un himno honesto y catártico sobre crecer, equivocarse y seguir adelante, que conecta con cualquiera que se haya sentido perdido en medio del caos de la juventud.